“Tras hacer transparente el cuerpo humano, el siguiente paso es hacer visible lo invisible”
Neonato con estado general muy afectado, clínica inespecífica y rechazo de tomas. Madre con ataques de ansiedad y padre a punto de agredir al pediatra. Pediatra que pide una una placa de tórax. Inespecífica. Cardiólogo que hace un ecocardio. Negativo. Todo tipo de pruebas. Negativas. Llaman al radiólogo que indica una ecografía abdominal, "La porta está conectada con la vena suprahepática, en medio hay un colector que comunica ambas circulaciones produciéndole una insuficiencia cardíaca severa, necesita cirugía YA. Diagnóstico de drenaje venoso pulmonar anómalo total infradiafragmático"
Este fue un caso que compartió conmigo una amiga radióloga especialista en radiología pediátrica. Con esto quiero ilustrar la inmensa importancia que presenta la radiología hoy en día en el ámbito hospitalario, llegando a tener un impacto de hasta el 80% en las decisiones médicas.
En la UCA sin embargo, lejos de ser una asignatura de importancia media-alta, se convierte, como ya dije en el post anterior, en un curso CCC "aprenda radiología en 2 sesiones, sin apoyo, sin imágenes,no se incluyen materiales"
Curso de 4,5 créditos, 40,5 horas académicas que se reducen a 22 "clases" teóricas, unas prácticas voluntarias en las cuales solo una sirve para el examen y ausencia completa de ningún apoyo tecnológico, ni banco de imágenes, ni bibliografía recomendada... nada, parece mentira que en otros países la asignatura se denomine "Imagenología"
Y... ¿Cómo estudiamos entonces una asignatura que se basa en imágenes sin imágenes? Pues... o me irradio a mi mismo...
O ya contaré como ha ido el jueves la cosa...
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